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sábado, 29 de octubre de 2011

Libertad espiritual


Libertad Espiritual
Y que sea acaso en contra de mi realidad profunda y común aquelpensamiento que en mi ser perturba ahora, condenado ante cielos e infiernospero en el fondo de mi ser no se quede quieto y logre expulsar último alientoantes de dejar se caer aquello que ahora logro cantar a oídos claros y degrande sed…
Sea a nuestro pensar la insensatez el miedo al vacío el cualnos impulse, o sea acaso aquel miedo innombrable el cual per fiera tan ocultaspalabras el que desate mi fugaz legua de tal manera que a la misma Venusenvidia conmueva en comparación de belleza mis palabras….
Peor acaso yo hable ahora de desperdicio de tiempo vital,riquezas y la misma esencia de la vida, no dejare de condenar estas riquezasante mis ideas…
Y es que yo hablo de humanidad como algo divino e interiorque se cuela por cada poro resonando en cada tímpano para hacerse sentir delomas profundo al sacudir abruptamente nuestra caja torácica y tan solo seracallado en un grito inmaculado, imparable e imperturbable …
Yo acaso no diga nada de grata importancia o de tanta quenos deje en la contemplación pero acaso podre si por inspiración o algo acasoaun mas romántico hablar de  ello,aquello que rebosa los corazones e incita a la creencia en el alma, excitar,con suerte y acaso, la mente humana ha manera de sacudirla hasta la raíz…
El sentimiento no se quede tan perplejo y desarróllese en eldesenvolvimiento del ser, seamos entonces y dejemos de tanto, libres que aquelesclavo que es amo es esclavo mismo de su esclavo y no amo alguno…
Condenémonos no a nuestras ataduras pero a nuestrasdecisiones dejando de lado grilletes de griseases curvas, seamos entoncespasionales y no pasivos entreguemos como ultimo...
Vivamos como primero y tengamos como o por presente cadasegundo del cual no se sabe la hora o el día, seamos ignorantes a forma de ser máslistos que otros y hacer alegoría de aquella tan rebuscada y presumidainteligencia…
Sintamos aquello que repulsa el mismo cuerpo cual reflejo yentonces eliminemos aquel ego, hasta acaso pudiéramos olvidarnos de nuestro nombre,y entonces cual lince que urge ante la presa su desventurada hambre sintamosambrosia cual tal incluso ante la mas mínima satisfacción de nuestro cuerpo…
Y por ultimo sin reflejo o semejanza de historia digamos queno somos algo por ser todo y en tanta   confusiónaclaremos con lo mismo cualquier duda…

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