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martes, 20 de abril de 2010

Paranoida (habra mas capts despues)

Paranoia por PLMX

Capitulo1 “voces y soluciones”

Los murmullos en la noche no paraban, tan solo se hacían más largos o más cortos eran un escalofrió recorriendo mi piel y subiendo hasta mi cerebro. Sentía como mi alma quería dejar mi cuerpo y huir, los gritos oh terribles gritos; agujas malditas se clavaban en mi pecho y me atravesaban hasta mi espalda. Me susurraban cosas terribles, crímenes apetitosos al arte pero tenebrosos para mi alma todavía humana, interrumpían mi letargo somnoliento.

Las tenía que alejar, olvidar de alguna manera y entonces, como rayo partiendo el obscuro firmamento, la solución llego a mí. Terrible al igual que la naturaleza de su requerimiento pero a la vez terminal. No es sutil pero es una delicia; como el mal que se hace en la obscuridad, ese mal que nadie ve pero todos temen y cuando se logra es el disfrute de la sangre escurriendo por la garganta, no como herida pero como bebida, un delicioso coctel de una esencia mortal. Suicidio.

Si, el divagar alejaba a mi mente de sus perpetradores, pero me acercaba más al límite del alma humana. “Uno tiene que lograr cosas tan terribles o impresionantes para llegar a ser inmortal, pero la inmortalidad no es humana” esa frase nos recuerda el por qué para llegar a la inmortalidad debemos renunciar a ese sentido de humanidad a nuestra alma. Podremos tener alas pero tendremos que cortarnos los pies. Lo terrenal se lava pero no con agua se debe de olvidar con sangre y locura, pecaminosidad. Mi alma aspiraba a esa inmortalidad y que me parta un rayo si es que no sabía el precio pero era tan tentador tan deseable.

L a hermosura que yo encontraba en mi locura era para muchos parte de la misma; ¿pues como es que un hombre puede abrasar tanto a su castigo? Se hicieron las preguntas, pero solo el aire las escucho pues respuestas para tales cuestionamientos no había. Tan solo tenía mi palabra. Y de mi palabra lo único que puedo decir, es que perdía validez día con día como yo perdía mi esperanza.

Los arreglos fueron hechos; para esto mi mente se desconecto, no divagaba pero tampoco escuchaba a la locura, tan solo seguía mis instrucciones, fue raro y tenebroso; El objeto fue comprado y con cuidado escondido de ojos delatores. Aquellos también me seguían, pero ellos no se sentían tan perversos como aquellas voces.

La emoción de la noche no dejaba a mi pensamiento correr con claridad pero era imprescindible el que yo lograra mi acometido. Aun con los pensamientos atormentados pude darme el lujo de recordar. Recordar el inicio de mi locura y la llegada de las voces.