Me acuesto al pasto y el sol me da frio, te llamo y me
extraño al no verte a mi lado, alzo la mirada y el astro me ciega, gritos que
callo, enfermo me siento.
Me intento parar me pesa la cama, las ojeras delineadas se
empiezan a escurrir a mi abdomen y en vez de formar colores dejan vacios a su
paso, agujeros en el alma.
Hoy amaneció pesado y caerá la noche a tumbos por la ventana,
el día pasara como las nubes, sereno lento y lamentable. Estaría mas cómodo en
mi ataúd, pero de estúpido le quite los clavos y decidí abrir los ojos.
A todo sensible sufro cada letra que escribo y se vuelvo
pero el tormento cuando lo leo, el reflejo de rosales me nubla la vista y los
coros tapan mis oídos, soy tan egoísta que en dos estornudos me olvido del
mundo.
El segundero no para tú sigues taladrando habla y habla
regaño, regaño, porque nadie se calla y cuando por fin lo hacen es molesta su
simple presencia.
Hoy ya no tengo ganas de abrir ni cerrar, hoy no tengo ganas
de estar.
Que mas queda que darle buena patada y burla....